Mientras que el contexto inflacionario en la Argentina ocupa todos los titulares de los medios de comunicación y el Gobierno debate sobre qué medidas implementar, los comerciantes realizan diversas estrategias para acomodarse en el mercado. Algunos con descuentos y ofertas atractivas, pero otros, como una carnicería de La Plata, a través del humor. Como una manera de no ceder ante las malas noticias, colocaron llamativos carteles en el exterior de su negocio y rápidamente captaron la atención de cientos de personas, quienes compartieron las imágenes hasta el punto de volverlas virales. En diálogo con LA NACION, Cristian Sánchez, empleado del lugar y creador de esta humorada, dio detalles sobre cómo surgió la idea.
“Alquilo costillar para selfie. Una persona $200, hasta seis amigos $600″, es una de las hilarantes frases que escribió el carnicero de La Boutique, ubicada en diagonal 77 y 11, en la ciudad de La Plata, para dar a conocer su frustración por la crisis económica a través de una forma creativa. “Se necesitan clientes, no hace falta experiencia”, fue otro de los escritos vinculados a la economía del país.
“Coman carne en Semana Santa. Ya no es pecado, es un milagro”, escribió en otro de sus carteles semanas atrás cuanto tuvo lugar esa festividad, en donde algunos fieles, por motivos religiosos, no consumen este producto.
Lo cierto es que la mayoría de los clientes reaccionaron de una manera positiva ante lo expuesto en las pizarras y compartieron cientos de mensajes que se dejan ver en cada posteo alusivo. “Tendría que llorar, pero me sacaron una sonrisa”; “La buena onda que tienen es única, hagan más escritos así” y “Son malos, pero me divierten”, fueron algunos de ellos.
Otros, además, hicieron hincapié en el aumento de los precios en la industria cárnica y cómo el dinero perdió valor a lo largo de los años. “Es lamentable cómo tienen que remarcar día a día, a mí me genera tristeza porque ya nada nos alcanza”, apuntó una de las tantas usuarias que opinó al respecto.
En declaraciones a este medio, el protagonista se refirió al hecho y reveló que todo surgió a raíz de una idea que tuvo junto a Candela, la cajera, que también trabaja en el lugar hace un tiempo. “Estábamos aburridos chusmeando en Internet, vimos carteles, copiamos y cambiamos algunas frases. La gente les sacaba fotos y después seguimos hasta que pasó lo de la viralización”, explicó.
Si bien hoy en día el lugar apunta al humor para hablar sobre la inflación, la verdad es que hace algunos meses vienen afectados por esta problemática: “Se nota bastante. Las ventas bajaron un montón desde enero hasta ahora. En diciembre se trabaja por el tema de las fiestas, pero después disminuyó mucho”.
Gracias al estrecho vínculo que lleva con sus compañeros en el negocio, el clima laboral hizo que más clientes se acerquen y se genere un ambiente familiar. De esta manera, mantienen constantemente un ida y vuelta con todos ellos. “Hace muchos años estamos en el barrio y nos conocen bien”, subrayó.
Por último, Sánchez se refirió a la repercusión que tuvo el ingenioso plan y admitió que no se esperaban tanto alcance: “Me parece gracioso porque la gente se divierte, ingresa al local para felicitarnos y se sacan fotos con los carteles. No solo lo hacemos por marketing, sino para sacarles una sonrisa”.
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