December 4, 2024

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Fin del misterio: Patricia Bullrich se inclinó por Néstor Grindetti como su candidato a gobernador en la provincia

El acuerdo que firmaron el lunes los altos mandos de Pro en Recoleta aceleró las definiciones en el tablero opositor. Patricia Bullrich, una de las presidenciables de Juntos por el Cambio, despejó hoy la mayor incógnita en torno a su armado nacional con vistas a los próximos comicios. Decidió que su candidato a la gobernación en la provincia de Buenos Aires será Néstor Grindetti, intendente de Lanús en uso de licencia y actual titular del club Independiente.

Así, Grindetti enfrentará a Diego Santilli, el postulante impulsado por el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, uno de los competidores de Bullrich en la interna nacional del conglomerado opositor, en las primarias bonaerenses del 13 de agosto.

“Como intendente de Lanús, Néstor vio de cerca la destrucción y la pobreza que generaron dos décadas de populismo y corrupción kirchnerista en el conurbano. Con decisión y gestión, luchó contra el narcotráfico, puso orden y mejoró la vida de muchos bonaerenses. No tengo dudas de que será un gran gobernador que cambiará la provincia”, expresó Bullrich a través de un comunicado.

Tras la cumbre del lunes en la casa de Vidal, Bullrich y Larreta descartaron la idea de unificar la candidatura a gobernador y avanzaron con el ordenamiento de su estructura en el distrito que concentra a más del 40% del padrón electoral. El jefe porteño se negó a explorar un acuerdo para ungir a Santilli, la carta más competitiva en Buenos Aires.

Hasta ahora Bullrich mantenía en la cancha como precandidatos a gobernador al senador provincial Joaquín de la Torre y al intendente de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, quien aspiraban a quedarse con el respaldo de la exministra. También evaluó hasta último momento la chance ungir a Cristian Ritondo, el heredero de María Eugenia Vidal en Buenos Aires. Después de que Bullrich seleccionara a Grindetti, emerge un nuevo interrogante en el universo de Pro: ¿Vidal apoyará ahora a Larreta o se mantendrá neutral de cara a la interna de JxC?

Bullrich se inclinó por un dirigente puro de Pro, cercano a Mauricio Macri y con despliegue territorial en la tercera sección electoral. Exministro de Hacienda de Macri y extitular del Banco Ciudad, Grindetti gobierna en Lanús desde 2015. Y fue jefe de campaña de Santilli en las legislativas de 2021. Tras esa contienda, se alejó del larretismo por diferencias con el estilo de conducción del jefe porteño y recompuso su vínculo con Macri, su mentor en política. Antes de cerrar filas con Bullrich, dijo que el fundador de Pro “merecía un segundo tiempo”.

En el equipo de la exministra remarcan que priorizó elegir un perfil compatible con el suyo. Entiende que Grindetti le garantiza experiencia en gestión y gobernabilidad en el territorio bonaerense en un eventual mandato presidencial.

Además, ella pretende tender puentes con el sector de la UCR bonaerense que responde a Maximiliano Abad, jefe del partido centenario en Buenos Aires, quien controla la mayoría de los intendentes radicales. Abad no integra el armado de Gerardo Morales y Martín Lousteau, aliado de Larreta. Con ese mapa interno de la UCR en la cabeza, Morales presionó a Larreta para que no comparta la boleta de Santilli con Bullrich, una idea que fomentó Macri ante la posibilidad de que Axel Kicillof desdoble las elecciones generales en la provincia.

Grindetti no le sacaba ventaja a Iguacel y De la Torre en las encuestas. De hecho, los tres tienen un alto nivel de desconocimiento en la provincia en comparación a Santilli o Ritondo. Sin embargo, Bullrich priorizó contener a su tropa. Si optaba por Ritondo, De la Torre había advertido que tomaría distancia del espacio y no militaría la boleta de la exministra. Tampoco avalaba un pacto con Larreta y Santilli para unificar la candidatura a gobernador. Hasta amenazó con explorar un acuerdo con Javier Milei.

De la Torre y Ritondo, exministros de Vidal, están enfrentados desde hace tiempo. El jefe de bloque de Pro tenía otro punto en contra: se sumó hace dos semanas a la escudería bullrichista, cuando Vidal anunció que declinaba su plan de competir en la carrera presidencial. Si bien celebró el acercamiento de Ritondo, que cuenta con despliegue territorial en la provincia, Bullrich ya se había comprometido que su candidato a la gobernación saldría de Grindetti, De la Torre o Iguacel. A su vez, Vidal no le garantizaba el respaldo explícito a sus ambiciones presidenciales.

Cuando ya había definido con sus colaboradores que elegiría a Grindetti, Bullrich intentó hacer control de daños. Por eso, antes de oficializar la decisión, reunió esta tarde a sus cuatro aliados en el distrito bonaerense en las oficinas de campaña que montó en el centro porteño. Según indicaron fuentes al tanto de las negociaciones, la exministra pretende que De la Torre, Iguacel y Ritondo ocupen lugares preponderantes en su proyecto presidencial.

Cuando resta un mes para el cierre de listas, la provincia de Buenos Aires es el epicentro de la disputa de poder entre Bullrich y Larreta. Ayer, la precandidata presidencial incorporó al intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, quien había mantenido hasta ahora una alianza con el larretismo en el territorio bonaerense, pero que optó por pasarse a las filas de la exministra ante la resistencia del jefe porteño a unificar la postulación a gobernador.

Semanas atrás, la exministra había reclutado al intendente de San Nicolás, Manuel Passaglia, otro de los dirigentes que intentó incorporar Larreta. El diputado nacional Sebastián De Luca, a cargo del armado bonaerense de Bullrich, reclutó aliados en 40 localidades.

Bullrich desconfía de los intendentes de Pro que ya apoyaron el proyecto del larretismo, como Julio Garro, Diego Valenzuela o Ezequiel Galli, y quiere poner alfiles propios que le garanticen que le cuidarán la boleta el día de las PASO. Negociaría con quienes muestran neutralidad. En La Plata promueven a Juan Pablo Allan, en San Isidro, a Ramón Lanús; y en Tigre, a Nicolás Massot.

Con miras a la interna, Bullrich enfrenta el desafío de fortalecer la articulación de su proyecto presidencial en la provincia de Buenos Aires. Sabe que cuenta con menos recursos que Larreta para construir poder territorial. Por esa razón, redobla esfuerzos para mejorar su posicionamiento en el conurbano bonaerense. Sabe que allí se define la elección nacional y que es el único territorio donde Larreta, su rival en la interna de Pro, le saca un margen de ventaja. Necesita una base sólida de adhesiones donde sus consignas son reactivas para los simpatizantes del kirchnerismo.