Después de un mes ausente de su programa por problemas de salud asociados a una infección generalizada, Jorge Lanata volvió este lunes a radio Mitre (AM 790), pero una hora antes de terminar el magazine Lanata sin filtro, el conductor se despidió y se fue, sin dar mayores explicaciones, lo que generó preocupación no solo entre sus compañeros sino en la audiencia. La periodista Jesica Bossi fue quien lo reemplazó de emergencia hasta que se hizo la hora de Encendidos en la tarde.
Y es que el periodista, con un tono de voz lento y tranquilo, visiblemente cansado después de haber superado un shock séptico que comprometió su vida seriamente, reveló que estaba “bien”, pero “medio desubicado” y añadió, desde el estudio de radio montado en el living de su departamento, mientras realizaba el pase de su programa con el de Eduardo Feinmann: “De todas las veces que estuve internado, esta fue la peor, o la segunda peor”.
El programa continuó sin mayores sobresaltos, hasta que Lanata abandonó el estudio, ante el desconcierto de los oyentes. Después de varias especulaciones, este martes el periodista volvió como si nada, realizó el acostumbrado pase con Feinmnn y, más adelante, contó qué fue lo que pasó: dijo que no se dio cuenta.
“Se deben haber dado cuenta todos, pero lo cuento para los que no se dieron cuenta. Ayer terminé el programa una hora antes”, dijo Lanata entre las risas de sus compañeros. “Les pido disculpas por esto a todos, básicamente disculpas a Jesica Bossi que tuvo que reemplazarme”, añadió.
“Yo dije chau, y después me dicen ‘che falta una hora’… y recién acabo de decir ‘son las 2 de la mañana’… No sé si estoy más normal, que ahora me importa todo más un pomo, ojalá sea eso, o que estoy desconcentrado, también puede ser eso”, elucubró el conductor.
“Quiero decir con esto que todo puede pasar, que sean las 2 de la mañana o que termine una hora antes el programa, o una hora después, no tengo idea, hay que dejarlo fluir”, finalizó.
La vuelta de Lanata a la radio después de superar el shock séptico
Este lunes, el periodista encabezó la mesa junto a sus compañeros y se mostró más reflexivo y filosófico que de costumbre, como si esta vez algo hubiera cambiado en él para siempre: “Tengo la sensación de que, si no lo tomás demasiado en cuenta, son cosas que pueden o no pasar, y eso es lo que hace maravillosamente raro, ¿por qué estoy acá y por qué no me quedé (morí). Bueno, acá estoy, no me quedé. O sea, es raro, ¿cuál es la fuerza que te hizo reaccionar?”.
“Fue raro y fue muy fuerte, esta fue la primera o la segunda peor de todas las veces que estuve internado. El trasplante es otro quilombo. Vas preparado. Acá no había plan. En un momento estuve asustado. Tuve idas y vueltas. Y decís, ¿y esto cómo sigue? ¿Sigo? Es raro”, comentó.
Y añadió, en un tono serio: “Mi mensaje universal es gar**en todo lo que puedan, y estoy hablando en serio; quiéranse, no pierdan el tiempo. Suena a discurso hippie pero es así, no hay tiempo. Es así de simple: la vida y la muerte. Es eso. Hagamos menos planes y démosle para adelante, es lo que a mi me quedó de esos días. Y Dios proveerá”, concluyó.
Similares
Casafe abre convocatoria para presentar trabajos científicos sobre
El maíz 2024/25 no tuvo daño por chicharrita, sino por eventos climáticos aunque el relevmeito es clave en los próximos años
El negocio de la ineficiencia: cómo Argentina pulveriza mejor con menos