Comer bien no se trata de tener una meta solo a corto plazo, mientras que solucionar los problemas de salud no requiere de ningún truco. En realidad, la buena alimentación es una tarea que debe asumirse para gozar de un buen funcionamiento fisiológico y hasta para alcanzar la felicidad. En la naturaleza, existen una amplia variedad de alimentos y productos que proporcionan lo necesario para tener un buen estado de ánimo, como los porotos, los huevos y los tomates.

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“Comer una variedad de alimentos saludables sirve más en lugar de centrarse en una solución mágica”, dijo sobre sus recomendaciones el médico Dariush Mozaffarian, cardiólogo, profesor en la Facultad Friedman de Ciencias y Políticas de Nutrición de la Universidad de Tufts, profesor de medicina de la Facultad de Medicina y médico tratante en el Centro Médico de Tufts. La clave es utilizar una variedad de alimentos naturales y equilibrar la ingesta diaria, según reveló a la revista Time.

En contraste, Felice Jacka, profesora de psiquiatría nutricional, directora de Food & Mood Center de la Universidad Deakin y fundadora y presidenta de la Sociedad Internacional de Investigación en Psiquiatría Nutricional, lideró un estudio que demostró que las personas que consumen mayormente alimentos procesados y bebidas con alto contenido de azúcar y sodio tienen más probabilidades de desarrollar problemas de salud mental, como depresión.

Ella y su equipo, examinaron resonancias magnéticas de alrededor de 250 australianos mayores e investigaron si había alguna relación con el estado del hipocampo, zona cerebral que es fundamental para el aprendizaje y el estado de ánimo. El descubrimiento fue impactante: las personas que llevaban una alimentación rica en frutas, verduras y pescado tenían hipocampos más grandes, y quienes consumían dietas ricas en alimentos procesados tenían los hipocampos más pequeños, de acuerdo con un documento de la Universidad de Deakin.

“Las dietas integrales (sin procesar), ricas en alimentos vegetales, con formas saludables de proteínas y grasas, se asocian sistemáticamente con mejores resultados de salud mental”, comentó la experta: “Las mismas también son ricas en fibra, que es esencial para la microbiota intestinal. Cada vez entendemos más que el intestino es realmente el motor de la salud, incluida la salud mental”.

Entre los alimentos que ayudan a mejorar el estado de ánimo, están:

Las arvejas (chícharos), el maní (cacahuate) y los porotos (frijoles): ricos en magnesio, responsable de cientos de reacciones bioquímicas en el cuerpo.Espinacas y todos los vegetales de hojas verdes: son ricos en hierro.Quinoa: contiene aminoácidos necesarios para metabolizar las proteínas.Tomates (Jitomates): ricos en licopeno, que reduce la inflamación celular.Manzanas con cáscara: poderosa fuente de flavonoide, quercetina, antioxidante y antiinflamatorio.Las semillas, como las nueces: promueven la creación de serotonina, hormona de la felicidad.Sardinas, salmón y los pescados grasos: ricos en Omega-3.Frutos rojos: previenen el envejecimiento cerebral.Huevos: ricos en colina, que favorece al neurotransmisor acetilcolina.Almejas: fuente de vitamina B12.Naranjas y frutas ricas en vitamina C.Perejil: estas hojitas son poderosas en vitamina K, necesaria para la buena coagulación.Café: promueve una mejor memoria por sus antioxidantes.

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“Desde 2009, nuestro equipo y otros han dirigido muchos estudios observacionales, en todos los países, culturas y grupos de edad, que demuestran que la dieta es importante para la depresión. Las dietas de mejor calidad se asocian sistemáticamente con una reducción del riesgo”, señaló Jacka sobre sus hallazgos.